Siguiendo la actual estela de compradores insistentes en volver a usar disocs de vinilo por encima de las actuales propuestas tecnológicas y también en franco rechazo al CD, sale en formato vinilo el emblemático álbum de The Smiths, "The Queen Is Dead".
Considerado el avance definitivo del grupo en aspectos de composición, letras y en materia sónica, "The Queen Is Dead" es un disco de rock más duro que cualquier cosa que la banda haya intentado jamás. El virtuoso guitarrista Johnny Marr creó una amplia gama de estilos de guitarra que brindan un lecho musical para el mejor conjunto de letras de Morrissey que engendraron algunas de sus mejores y más afectivas canciones.
En ese menester, se hace imposible no citar a "The Boy With the Thorn In His Side" y la épica "A Light That Never Goes Out", consideradas obras maestras que sientan las bases de un álbum extraordinario.
Lanzado originalmente el 16 de Junio de 1986, la producción tuvo los sencillos "The Boy with the Thorn in His Side" y "Bigmouth Strikes Again" como sus cartas de presentación y el resto ya es historia.
Esta edición en vinilo de 180 gramos posee las canciones remasterizadas de 2011 y representa un avance importante para coleccionistas respecto al LP de 1986 ya que para esta oportunidad el nivel de calidad y material de los disocs eran impresos entre 120 y 140 gramos. El vinilo de 180 gramos, por el contrario, es significativamente más grueso y pesado, lo que crea un producto que se considera ampliamente como "grado audiófilo".
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